Tomar decisiones: un dilema para humanos y caballos.

Tanto los caballos como las personas nos enfrentamos constantemente con el dilemas de tomar decisiones. Cada especie lo hace según sus propias adaptaciones biológicas y sociales. Reconocer estas diferencias nos ayuda a comprender mejor el comportamiento animal y a nuestras propias dinámicas al tomar decisiones.

La toma de decisiones es un proceso inherente a todos los seres vivos, aunque las estrategias empleadas varían considerablemente entre especies. En este breve análisis, exploraremos tres diferencias fundamentales en la forma en que caballos y personas abordamos este proceso.

Primero hay que sobrevivir:

Los caballos reaccionan rápidamente ante situaciones que consideran peligrosa. Su «programa comportamental» les indica huir sin pensar. No evalúan consecuencias futuras, solo la supervivencia en el presente.

A menos que nos encontremos en una situación crítica, las personas utilizamos un enfoque mas racional considerando la lógica, las experiencias pasadas y las posibles consecuencias futuras.

Influencias del entorno social:

Los caballos son animales altamente sociales que dependen del comportamiento de otros miembros de su grupo para guiar sus propias elecciones. Este fenómeno se observa especialmente en el contexto de manadas donde el liderazgo puede influir notablemente en el comportamiento colectivo. 

Las personas, aunque nos percibamos separadas del resto, también actuamos o dejamos de hacerlos influenciadas por la necesidad ( muchas veces no reconocida) de agradar al clan. El instinto  de pertenencia a la manada sigue anclada en nuestro subconsciente como una necesidad primordial para la supervivencia.

Emociones como factor decisivo:

Los caballos experimentan emociones básicas que impactan su comportamiento inmediato—como miedo o curiosidad—pero estas reacciones son generalmente inmediatas e impulsivas.

Los humanos poseemos una gama más amplia y compleja de emociones que influyen no solo en las decisiones inmediatas sino también a largo plazo; esto puede incluir sentimientos como el arrepentimiento o la anticipación que afectan cómo planeamos nuestro futuro.


En conclusión: aunque caballos y humanos nos enfrentamos constantemente con el dilema de tomar decisiones, nuestra especie tiene la facultad de auto observarse como individuo: proyectar y diseñar su futuro deseado.

Gestionar la emocionalidad, aprender nuevas habilidades, planificar y coordinar con otros son algunas de las ventajas evolutivas que tenemos los humanos.  

En las actividades que ofrecemos en La Manada Mansa, exploramos nuestras dinámicas de toma de decisiones a través de la interacción con los caballos. Esta experiencia nos permite poner al descubierto patrones y comportamientos que, una vez revelados, podemos gestionar y transformar.

Te invitamos a participar en nuestros talleres con caballos y sesiones personales para profundizar en este proceso de autoconocimiento y crecimiento personal. ¡No pierdas la oportunidad de descubrirte a ti mismo mientras te conectas con estos maravillosos seres! Contáctanos para más información.