La madrina: una yegua para imitar

Esta entrada está basada en mi lectura de las experiencias de Monty Roberts en su observación de las manadas. Actualmente existen líneas de pensamiento que niegan el liderazgo de una sola yegua madrina. Mas allá de la línea de pensamiento yo quiero presentar aquí la reflexión que surgió en mí al leer los relatos de Monty.

En una manada hay una yegua, generalmente la de mayor edad, que asume el papel de organizadora social del grupo. Ella es quien encabeza las caminatas hacia los mejores pastos y los abrevaderos y quien se ocupa de que se respeten las pautas de convivencia del grupo. Su rol es muy importante y asegura la cohesión y en parte, la supervivencia de todo el grupo. En consecuencia,  debe comunicarse clara y coherentemente para mantener su liderazgo y que éste sea respetado. 

Cuando un potro o potranca, (joven que aún no alcanzó la madurez sexual) no respeta las pautas sociales, la yegua madrina lo expulsa del grupo, y se interpone para impedirle su regreso a la manada. Al hacerlo lo expone a la vulnerabilidad que implica para un caballo estar aislado. Es aquí donde el joven tiene dos opciones: alejarse de la manada para buscar nuevos compañeros, o mostrar sumisión, lo que humanamente podríamos traducir en:
-“Ok , reconozco tu liderazgo, tengo miedo de estar solo, permíteme volver”.

En este último caso la yegua gira, invitándolo a seguirla y lo recibe con una sesión de caricias, mimos y acicalamientos que refuerzan el vínculo y estrechan los lazos de pertenencia a la manada.

Aquí va mi reflexión:
Cuán distinta sería la relación profesora-alumno, madre-hijo, jefe- subordinado, etc. si aplicáramos este sistema de refuerzo positivo.

De la vinculación directa y del lenguaje y comportamiento equino
podemos reaprender:

  • Coherencia en las reglas sociales. No existen las ambigüedades. Si el potro realiza algo indebido, en respuesta sufre una consecuencia social inmediata.
  • Coherencia en el lenguaje. La yegua da sólo una señal de advertencia.
  • Respuesta siempre a tiempo presente. Cuando el potro muestra un cambio de actitud, no hay reproches, la yegua también depone el castigo inmediatamente.
  • Simpleza en el vínculo. El mayor aprendizaje del potro se obtiene con las demostraciones de afecto y la invitación de volver a su grupo, liberándolo del miedo y la tensión y dándole una cálida bienvenida.

Gracias maestros caballos.