Reseña de una sesión
Juana quería trabajar su relación con su hermana. Estaba angustiada: le era muy difícil conversar porque siempre terminaban discutiendo.
Comenzamos la sesión como siempre con un centramiento donde buscamos que el cliente tenga un registro actual de su corporalidad, para luego avanzar en un estado de relajación activa que ayuda a hacer foco en el corazón, conectar con su deseo íntimo y bajarle el volumen a los ruidos mentales.
Durante el centramiento, mientras conectamos con el propósito, los caballos siempre comienzan a acercarse.
Yo -Tomate el tiempo que necesites y elegí un caballo con el que te sientas representada en este momento.
J –Elijo a este que se vino a mi lado.
yo –Muy bien, quedate con Sam compartiendo el momento.
Sam y Juana se acompañaron unos momentos a tiempo caballo.
Poco a poco Gaela, también se arrimó a Juana y con tranquilidad siguió pastando a su lado.
Yo –Este segundo caballo que se te acercó, ¿sentís que representa alguien o alguna circunstancia de tu vida?
–Si, dijo Juana, por su actitud es igual a mi hermana.
En ese instante Sam comenzó a atacar a Gaela, amenazando con morderla y echandola cada vez que la yegua quería volver a comer.
El episodio se repitió tres veces
Mientras yo corría a Juana para que no fuera lastimada accidentalmente, ella me preguntaba azorada:
– ¡Pero estaban tranquilos! ¡¿qué les pasó?!
–No lo sé -le contesté- Contame vos qué paso. La Invité así a encontrar su interpretación de lo ocurrido.
Juana necesitó unos instantes para poder expresar lo que había experimentado.:
– Y sí… Es tal como con mi hermana. Yo estoy siempre a la defensiva, ella está cerca, me broto fácilmente.
La sesión continuó conversando para profundizar en lo observado y diseñando posibilidades de acción en las cuales Juana se comprometió para mejorar su relación.
En la sesión siguiente revisamos los avances y muy contenta me contó:
-Sabes que cada vez que sentía esa furia subir dentro de mí, me acordaba de Sam y tomaba unos momentos para ver si era justificada; así podía calmarme. Estuvo muy bueno, esta semana pudimos charlar un montón y mejoró nuestra relación.
Así es como los caballos nos muestran con claridad- sin prejuicios- el reflejo del subconsciente.
El coach acompaña al cliente valorando la experiencia vivida junto a los caballos y ayudándole descubrir alternativas válidas para mejorar su vida.
Y el cliente comprometido con su propio desarrollo personal, es quien implementa las acciones necesarias en su práctica cotidiana para materializar su transformación.
Coach ontológico + caballo +cliente comprometido = son la clave del éxito en el «Programa de desarrollo personal con caballos».
Paula Verónica Merkler Coaching Ontológica asistida con caballos.
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